Ya es por todos reconocido que
los servicios son potentes generadores de riqueza en todo sentido, y éstos cada
vez se van sistematizando, personalizando y automatizando, de tal manera que la
orientación hacia lo ontológico, no es sólo necesario, sino una regla de
competitividad.
Hoy el paradigma es que todas las
herramientas y sistemas tecnológicos, están orientadas a las aplicaciones y
actividades, es así que cada sector o área del desarrollo humano, está siendo
atendido por un proceso, el mismo que, evidentemente, se enfoca en su Core Business
o Actividad Principal… es así que a un Banco no se le ocurre desarrollar una
herramienta para atender la educación o la salud, lo mismo que un hospital no
se le ocurre desarrollar una herramienta para atender los procesos de contribución o impuestos, ni
de verificación de work flow en un procedimiento de importación de
medicamentos... a pesar que indirectamente termina beneficiándose de los
mismos.
Notemos que; si analizamos la esencia
de todas las áreas de acción, veremos con claridad que en todos los casos siempre
estamos desarrollando algo para atender la demanda de las Personas, cualquiera
sea la actividad, entonces una persona desde el acto biológico del nacimiento hasta
su muerte, está siendo atendido en sus demandas por alguna institución,
profesional o sencillamente por “Don Pepe” en la Bodega de la esquina.
Es el hecho concreto que una
persona en el transcurso de su vida, asume diferentes roles, funciones y jerarquías que
son atendidos en su multidimensión por diferentes personas naturales o personas
jurídicas, siendo los casos concretos de los médicos u obstetrices en el
nacimiento, diferentes profesionales de salud o técnicos en el control de crecimiento,
las maestros en la escuela en sus diferentes niveles, en ese ínterin, diversos
juegos y entretenimientos, cada uno con un propósito; seguidamente, instituciones
que atienden el Rol ciudadano, están enfocados y concentrados en su actividad y
por ende en su especialización y en el proceso de perfeccionamiento de su
desarrollo, procuran estandarizar y automatizar sus procedimientos.
El enfoque
Si reconocemos que la Persona es
el objeto y sujeto de las instituciones y la sociedad misma, nos encontramos
pues con que la Persona por excelencia, es el cliente de todos, el Gran
Enfoque, que supersede el Core Business de cada actividad, y en ese contexto,
todas las instituciones requieren y generan dato de la misma persona.
Siendo un requerimiento esencial
“el dato de la persona”, es que se han desarrollado estándares para poder
“compartir el dato” y como consecuencia de esto, los “web services”, como herramienta
para compartir dato y el HL7 como estándar para comunicaciones en salud y técnicas de Data Minning para desarrollar Información;
niveles más avanzados, nos llevan a técnicas y tecnologías de BI -Business
Intelligence, para explotar adecuadamente la información.
Hasta aquí, no creemos haber
aportado nada nuevo… es quizás solamente haber estructurado brevemente las
ideas, de tal manera que nos reconozcamos en una realidad que es, razonablemente
conocida.
La sutil diferencia, el valor del dato a partir de la calidad del dato
Nos hemos inquietado por
averiguar cuál es la fuente del dato que incorporamos a nuestro Cubo o gestión
de Data Minning?... generalmente consideramos la institución de donde recogimos
el dato como fidedigna y en consecuencia, confiamos en los resultados del Cubo
y cuando pretendemos explotar la información, evidentemente damos por descontado
que el dato introducido es confiable y los resultados son certeros.
Nos sorprendería saber que la
calidad del Dato obtenido por cada Institución a partir de cada actividad, es puramente
referencial, pues consecuencia de nuestra inadecuada sistematización de los
procesos y frágil o nula automatización, la gran mayoría de datos son introducidos
al flujo por “Distorsionadores Involuntarios de dato” que básicamente son los digitadores-registradores
de información, como parte del proceso de gestión o trabajo cotidiano, en
consecuencia se materializa el axioma muy conocido en la industria de las TIC;
Garbage In, Garbage Out – GIGO.
Son muy pocas las aplicaciones que
responden a acciones directas de los beneficiarios de cada actividad o a
prosumidores de dato (productores o consumidores del dato), por ejemplo; en
todos los llamados “Sistemas de Trámite Documentario”, el procedimiento desde
la Mesa de Partes y en el mismo proceso, el personal “registra” la
identificación del documento, pero jamás registraron el documento mismo, o lo
que en él se detalla, entonces lejos de ser una Gestión Documentaria, la gran
mayoría de Sistemas son solamente la informatización del archiconocido
“Cuaderno de Cargos”, entonces confiamos en que el trámite sigue su curso
basado en el reporte que nos entrega ese sistema o aplicación (Trámite
Documentario).
A pesar que esos Trámites están
referidos definitivamente a alguna persona*, todo el proceso se ha centrado en
el seguimiento del documento, no en lo que esperamos conseguir o lo que motivó
el mismo, en consecuencia, hicimos el seguimiento al papel y podemos saber en
el mejor de los caso si llegó o nó a su destino y potencialmente si se atendió,
pero no sabemos si se cumplió el objetivo que lo motivó, porque el “sistema” se
enfocó en el papel no en el objetivo real.
La Historia Clínica en el proceso de salud, tomemos nota de lo que
hacemos
De la misma manera cuando tratamos
un proceso de Salud, lo primero que hemos procurado sistematizar y automatizar,
son los servicios relacionados a procesos administrativos y no el servicio
asistencial que es el real enfoque de la actividad, en consecuencia, si hemos
desenfocado el servicio, los sistemas que lo soportan, terminan siendo la
automatización del paradigma; dicho de otra manera, si no hemos sistematizado
adecuadamente los procesos a partir del enfoque de nuestra actividad, entonces paradójicamente,
la automatización resulta siendo la “Mejora” de nuestro desenfoque y como
corolario, no tenemos Historia Clínica pues lo que tenemos es un registro
automatizado de atenciones (que ni siquiera es automático), que potencialmente
puede ser de utilidad a la actividad administrativa, pero en ningún caso al seguimiento
de la Salud del paciente (o la enfermedad que es más bien el caso de nuestro
sistema de Salud), entonces hemos desgastado al Médico, llenado un reporteador
administrativo en vez de haber alimentado adecuadamente la Historia Clínica del
Paciente.
Y en Educación?
En el caso de la educación, tenemos
sendos sistemas atendiendo los procesos académicos, la matrícula, las pensiones
y los más sofisticados, hasta un registro de las evaluaciones y como producto
nos entregan la impresión de la libreta de notas y nos pueden mostrar las mismas
por Intranet y hasta por el WEB… pero estas anotaciones jamás fueron ingresadas
por los actores principales ya sea los maestros o los alumnos, siempre están
los “Distorsionadores Involuntarios del Dato” … los digitadores-registradores.
Podríamos escribir páginas y páginas
describiendo procesos y procedimientos donde se repite la consigna, ni los
sistemas están orientados a las personas, ni recogen dato directamente de los actores
primigenios o prosumidores.
Es sencillo, en el proceso de automatización
y desde hace algunos, años incorporamos la Arquitectura Orientada a Servicios conocida
como SOA y la evolución ahora nos dice que es mejor los Arquitectura Orientados
a Procesos y Servicios, que en esencia es parte del concepto de
Sociotecnología, es decir estamos en buen camino, pero aún estamos
desenfocados… Seguimos orientándonos al exógeno y no a la Persona que es el
endógeno que eso sí es Sociotecnología - Tecnología al servicio de las personas
- no de las actividades, en el contexto de construcción de Capital Social.
El nuevo Paradigma, Arquitectura Orientada a Personas - SOP
A partir de un análisis de puro
sentido común, se propongo un nuevo paradigma… Arquitectura Orientada a
Personas – POA; una propuesta que pretende enfocar la capacidad tecnológica
disponible y mostrar algunos elementos que nos permitan “revisar” algunos
conceptos que nos ayuden a revaluar algunos temas que apoyen a mejorar la
Calidad del Dato y en consecuencia mejorar sustantivamente el Valor del Dato
con todo lo subsecuente.
Esta Arquitectura pretende
reenfocar la actividad de sistematización de procesos incorporando la dimensión
Persona, como prosumidor del dato y beneficiario de los resultados de la
información.
Hay iniciativas como la Ley de
protección de la Información Personal, que si realmente se tuviera información
real, sería una ley que aportaría mucho en el ordenamiento social, pero hoy, es
como si deseáramos suscribir un Acuerdo de Confidencialidad, después que la
información es de uso común o de conocimiento masivo.… “De que me sirve hacer
algo para proteger mi información si por diferentes razones, ésta ya se encuentra en las redes sociales o
comercializada si mi autorización”... Si bien es cierto, es un sustantivo
avance, es aún insuficiente; la ventaja es que la información que hoy es de
conocimiento público o ha sido violentada, no necesariamente tiene valor, por
las consideraciones de calidad de dato que hemos comentado líneas anteriores. Podemos salvar la de nuestros hijos.
En este contexto, todo lo que se
Sistematice, siempre debe responder a: de quien es, para quien es, pues en
todos los casos, siempre el originador será una persona*, otra persona* será
quien traslade el dato y el motivo de la acción siempre será una persona*, en
la medida que el dato no se desvincule electronicamente, siempre se podrá asegurar su calidad y
en consecuencia su valor. El desafío está en que el dato pueda disociarse y reasociarse (anonimización de información) a efectos de proteger la información del prosumidor.
*Persona Natural o Jurídica